Después de correr
mucho en el rali anterior, nuestro rali, llegábamos a una de las citas más
importantes del campeonato, el rali de Narón, para mi una de las carreras mejor
organizadas con una gente al frente a la que en estos años le ha faltado un
poco de suerte y a la que deseo lo mejor.
Las previsiones meteorológicas y lo
largo que iba a ser el día debido al
número de tramos, muchos nuevos, y kilómetros a recorrer hicieron que saliéramos por la mañana con un
planteamiento de ir a más y esperar acontecimientos. Así fue, en los dos
primeros tramos Luís no iba cómodo con
una suspensión demasiado blanda que no ofrecía ninguna confianza por su forma
de conducir. De hecho tuvimos algún susto inicial por este motivo. Tras la
primera baja de Burgo el rali era cosa de tres. En estos compase iniciales
veíamos como estábamos cerca de Meira sin grandes esfuerzos. En el primer reagrupamiento Meira tiene que
encender el coche empujándolo, circunstancia que en nuestro campeonato es
sancionable con 30 segundos de penalización. Sin saber si la iban a aplicar
afrontamos más centrados el segundo bucle. El tramo 5 nos está saliendo
perfecto hasta que llegamos a una frenada y nos salimos, no siendo los únicos
ni los primeros que sufrimos este percance en esta fatídica curva. Tras el
tiempo perdido y con la penalización de Meira confirmada llegamos al ecuador
del rali con Iván en cabeza y nosotros detrás.
Por si aún no estaban contentos los
que piensan que sólo saben correr ellos, se verifica el coche de nuevo de
oficio y….todo en regla. Ganamos el rali, todo salió perfecto, sólo esperamos
el reconocimiento público de perdón de quienes trataron de aguarnos la fiesta
INJUSTAMENTE, y lo están haciendo. Menos mal, por un momento pensé que ganar el
rali estaba siendo una pesadilla…